Capitulo 1: Realidad
Ciudad Pramic
Las calles de aquella ciudad estaban llenas de personas yendo y viniendo, pero había un callejón
en aquellas calles concurridas que pasaban desapercibidas donde se escuchaban algunas voces.
—Maldito esclavo, quédate quieto en donde estas y no te muevas. —
Lo que se miraba que era un callejón sucio, lleno de basura, donde un par de personas estaban
apaleando lo que parecía un joven de menos de 11 años, la capucha podría evitar que se le mirara
la cara, pero no podía esconder su estructura débil que hacia que se viera mas miserable de lo que
ya se miraba.
—Maldita sea son 4 personas y 3 de ellos se encuentra en Rango básico mientras que el otro
parece estar un nivel más arriba, como Rango básico no puedo hacer nada con esta gente, debo de
buscar una alternativa. — Pensando en cómo salir de esto y sin rendirse todavía, miraba y buscaba
algunas alternativas.
A pesar de que no se le podía ver exactamente su cara, se podía ver como sufría por cómo se
movía de lado a lado por los golpes, hasta cuando sus ojos se pusieron brillantes, palmeando su
mano en el suelo.
Se comenzó a percibir levemente como el suelo desprendía un tenue color luminoso.
—Vamos pueblerino no pienses que, solo porque eres un rango Básico puedes rivalizar con
noso…— Para entonces el joven utiliza lo que pareciera un hechizo para hacer caer los múltiples
contenedores de basura para poder escapar.
“Hechizo” un nombre dado por el mundo a círculos mágicos que un mago puede realizar, para
invocar elementos o modificar la materia.
—Que es est….—
—¡AHHHHH! —
Debido al temblor del suelo y las múltiples caídas de los contenedores de basura, un ladrillo que se
encontraba suelto, cayo justo en la cabeza del que pareciera el líder de aquellos jóvenes.
Volteándose para atrás y percatándose de eso, no pudo evitar sonreír y seguir corriendo por su
vida.
Tocándose la cabeza y percibir la sangre en sus dedos el líder no pudo aguantar más su Furia y
explotando en el momento.
—¡MALDITA SEA!, ¡MUEVANSE IDIOTAS! —
Percatando que se estaban quedando atrás aprovecho la oportunidad y continúo corriendo como
si lo fuera hecho muchas veces.
— ¡UTILICEN MAGIA INUTILES! —
Enojado por sufrir tal humillación por un pueblerino y olvidándose de las consecuencias por
utilizar magia en el pueblo, comienza a invocar su hechizo, percibiendo como su líder comenzó a
invocar magia no les quedaba de otra que seguir la órdenes a pesar de las consecuencias, se podía
ver como se creaban círculos en el aire que daban imágenes de fuego, agua, aire y pareciera que
el líder estuviera invocando algo bastante fuerte, ya que los círculos en el aire eran más
complicados y extensos que los otros.
Percatándose de eso, el joven encapuchado no dudo más y se comenzó a tropezar mas y mas
veces en el camino, pero en las caídas desprendía un color blanco tenue y algunos círculos nada
complicados que desaparecían nomas había contacto.
Percatándose la pandilla no podía ocultar su sonrisa, ya que pensaban que estaba nervioso por
pensar que no podían utilizar magia en el pueblo.
—No sé qué magia utilizo el pueblerino, pero es imposible que esquive todos estos hechizos y
menos el de trueno. —
Viendo como estaban sonriendo, el encapuchado solo voltea la cabeza levemente, y se podía ver a
través de su capucha una sonrisa leve acompañado de una risa burlona.
Al percatarse de ello, los niños se enojaron mucho más.
— ¡QUE ESTAN GRACIOSOOO! —El líder cada vez mas furioso por todos los acontecimientos,
comenzó a crear más rápidos sus círculos para terminar sus hechizos, sin percatarse que estaba
sangrando por la nariz levemente.
Al percatándose de ellos, todo el mundo estaba preocupados, pero no podían permitirse
distraerse ya que ellos mismos estaban demasiados ocupados para prestar atención a los demás.
Llegando a terminar sus hechizos los jóvenes estaban sonriendo maléficamente como si estuvieran
listos para masacrar aquel joven encapuchado, pero sin disfrutar mucho su gloria, su equilibrio se
estropeo, sintiendo algo en sus puntas de sus pies, el mini tope creado por el encapuchado
ocasiono que todo el mundo tropezara y haciendo que cancelaran los hechizos, pero no paro ahí,
comenzaron a sangrar por los odios y narices, el líder por su parte, sus ojos estaban sangrando y
comenzando a ver borroso.
—Maldita sea como pude olvidarme del retroc.. —
—¡Valto! ¡Valto! ¡Valto!, ¡Maldita sea! —
Los secuaces del líder solo gritaban su nombre, pero no podía escuchar nada y los secuaces, solo
pudieron sentir escalofríos y miedo por las consecuencias que se avecinaban.
—Esta vez estamos acabados—Sudando frio y mirándose unos a otros, a pesar de estar sangrando
por las narices y oídos les era irrelevantes en ese momento.
Mirando de lejos y llegando al final de aquel callejón.
—Es demasiado fácil distraer a estos niños. —Pensó aquel joven encapuchado.
Saliendo del callejón desapareció entre la gran multitud.
Ciudad Pramic
Una ciudad ubicada al Norte del Reino Folten cerca de las Montañas infinitas, donde están
ubicadas miles de monstruos y plantas que no se pueden encontrar en todo el reino, la ciudad es
prospera por los muchos mercenarios y familias aristócratas que se asentaron hace muchos años
para poder beneficiarse de ellos.
Centro de la Ciudad
Donde es conocida por su grandiosa variedad de productos venden desde armaduras, pociones,
raciones de comida, Runas, Bestias, haciendo que la ciudad fuera prospera, se comenzaban a ver
tiendas por las calles donde todo el mundo estaba regateando o simplemente observando los
productos, haciendo que fuera tan bulliciosa y apenas se podía ver a un niño de 1.45cm.
—¡POCIONES PARA TODO TIPO DE SITUACIONES! —
—¡PESCADO FRESCO Y HIERBAS DE COMPLEMENTO! —
Pasando entre la multitud, sin que nadie se percatara de él.
—Me quitaron bastantes monedas que conseguí en la expedición, si no fuera que escondí las
monedas importantes en la capucha, no sé qué fuera pasado. — Soltando un suspiro y mirando la
bolsa de monedas que tenía en su capucha escondida, sonrió.
—Mirando el lado bueno no esta tan mal, por la comida conseguí 1 moneda de oro—Borrándose
la sonrisa y volviendo a la realidad
—Cada vez es más complicado obtener dinero sin que esos Nobles quieran todo, y el simple hecho
que no pueda defenderme, es más molesto. — Soltando un suspiro y continuando con su camino
por el mercado.
Observando como caminaba y se movía entre las personas no se puede ver la paliza que le dieron
anteriormente, fuera como si se fuera dejado pegar apropósito o mejor dicho no podía
defenderse, su cuerpo se podía percibir mas conservado y no se miraba aquella debilidad.
Pasando por un puesto, dirigió su mirada hacia el dónde tenían algunas runas, tomando su interés.
Runas un poder místico creado por la naturaleza y contienen el poder de ayudar a la afinidad de
los magos.
Viendo como una persona se interesaba, el mercader no perdió su oportunidad y rápidamente se
dirigió aquella persona encapuchada.
—Vamos cliente, llévate una Runa Rango Modesto a solo 10 de oro. —
Soltando un suspiro volvió a la realidad donde no tenía dinero y tenía que mantener a su pueblo,
sin más que decir, con un gesto de mano rechazó al comerciante para seguir su camino.
El comerciante teniendo un mal día por no vender la meta que tenía el día de hoy, se comenzó a
molestar.
—Maldito pueblerino si no tienes el dinero no sé qué haces por estas calles. — Soltando una
rabieta y con una mirada de desprecio, escupe cerca de falco, enojado por no poder atinarle.
—Esta gente está podrida desde los huesos solo lo rechazo y me mira con desprecio, bueno puedo
hacer eso, jejeje. — Con una sonrisa espeluznante que no se podía ver por la capucha y con el
disgusto encima, comenzó a murmurar una palabra.
—Transformación— Creando algunos círculos simples que desaparecieran al contacto con la
tierra.
Transformación, Magia que permite modificar la materia en un área pequeña, se hizo un foso
pequeño en unas de las patas de la mesa, haciendo un desequilibrio, provocando que se
derrumbara.
—¡NOO LAS RUNAS MALDITA SEA!, ¡VEN Y AYUDAME IDIOTA! —
No sé qué habría sido si el jefe de pueblo no consiguiera este hechizo, aunque con lo que descubrí
en mi reciente expedición por accidente, puede cambiar las tornas en un segundo.
Escuchando el estruendo muchas personas se percataron del incidente y soltando una sonrisa de
satisfacción, desapareció entre las personas.
En su camino comenzó a ver muchos aristócratas con un atuendo que no había visto cuando
estuvo aquí hace 2 semanas , estaban vestidos muy similares, solo cambiaba un poco el color o
algunos cortes, pero eran esencialmente lo mismo, pero lo importante es que cada atuendo
pareciera llevar Cuero de Oso Patón, te podrás da una idea del por qué se llama así, el Oso Patón
vive en las profundidades de la Montaña Infinita, y para poder sobrevivir aquellas bajas
temperaturas su piel le ayuda a sobrevivir, por consecuencia es codiciado y muy caro por los
aristócratas ya que al estar cerca de las Montañas Infinitas, el frio y las frecuentes nevadas son
indispensable para estar lo más cómodo posibles.
Olvidándose de pequeños asuntos siguió caminando, pasando desapercibido.
Después de algunos minutos de caminar por el centro de la ciudad, Se comenzaba a ver un Letrero
Con el nombre “ToT”.
Llegando a ella entro sin basilar, habiendo una campana arriba de la puerta para avisar sobre la
llegada de un nuevo cliente.
Entrando a la tienda, se podría observar estanterías llenas de armaduras, pociones y algunas cosas
que no se podían saber de qué se trataba.
—Bienvenido que puedo por hacer por usted. —
Un señor de 40 años que media sus 1.90 cm imponente por su gran físico lleno de cicatrices en la
cara y con su pecho descubierto, pareciera que fuera un soldado con una gran historia por detrás.
—Ahórrate el saludo Kobe dame lo mismo de siempre estoy apresurado. —
Sin quitarse la capucha, pero con ese tono y viendo solo un poco de su cara, Kobe supo de quien
se trataba al instante.
—Fanton sabes que estos días habido un aumento de monstruos que salen de mazmorras,
subieron los precios por los riesgos que con lleva obtenerlo, ¿lo sabes verdad? —
—Hablando de la paga échame la mano Kobe apuntalo a la cuenta sabes que te pago siempre,
¿no? —
Buscando entre las cosas que tenía en el almacén, Kobe comenzó a buscar lo que necesitaba.
—Oye muchacho, últimamente tienes muchas peleas con esos nobles, deberías de evitarlos, ¿no
crees? —
Fanton con una mirada de enojo e impotencia.
—No es como si pudiera evitarlo, cuanto intento vender las piedras de vida de los monstruos,
siempre me los topo y exigen la mitad de mis ganancias, ¡solo porque vengo de un pueblo ¡—
La capucha ocultaba algo de su rostro, pero seguía sin poder ocultar el enojo que resonaba de su
voz.
—Y sabes muy bien la situación en la que me encuentro, a pesar de que no son mis rivales, no
puedo permitir ofenderlos, si de casualidad me reconocen o hay algún malentendido, el que la
pagara es mi pueblo, no solo yo. —
Con rabia y enojo apretando los puños, suelta un golpe a la mesa, haciendo que sonara un golpe
seco.
Kobe escuchando al joven que tenia de frente solo podía pensar que lo que decía era cierto, las
familias nobles aquí son muy fuertes, con un solo movimiento de dedos, mandarían a centenares
de personas aniquilar a familias debajo de ellas, sin mencionar aquel pueblo de donde venia
Fanton, pero…., si eso fuera sido antes, no fuera tan fácil…
—Lástima que pasase aquel atentado, parece que hay demasiadas incógnitas de cómo pudo pasar
eso, lo mas probable que fueron las familias de los aristócratas que ocasionaron aquel ataque a
gran escala, pero nada bueno obtendré por involucrarme en ese asunto. — Suspirando y sin
querer continuar el tema, Kobe sigue buscando los productos que Fanton exigía.
—Fanton no es que no te quiera ayudar, pero sabes que lo que pides es una cantidad grande. —
—Está bien Redúceme ¼ de la porción. —
Regresando del almacén de la tienda, deja una bolsa con los productos, pero había algo raro.
—Aquí tienes 2/4 de lo que pediste. —
Con una cara de disgusto Fanton miro a Kobe, pero no era disgusto por Kobe si no por la mierda
que sufrían las personas que no tenían apoyo de una gran familia.
—Gracias Kobe, nos vemos luego. —
Soltando una bolsa de monedas de bronce, se levantó del banquillo de espera y se dirigió a la
puerta.
Abriendo la puerta y dirigiéndose a la salida de la ciudad.
—Este chico valla vida la suya tener que ayudar a un pueblo de a mantenerse a flote es algo que
no le corresponde a un niño. —
Con un suspiro por lo que le podría pasar a este niño en un futuro, continúo realizando sus
actividades.
Puerta Norte
Una muralla de más de 30 metros haciendo que pareciera interminable, unas puertas igual de
inmensas, carruajes llenos de mercancía, mercenarios protegiendo los bienes, personas de
pueblos cercanos entrando y saliendo de la puerta y soldados corruptos que hacía que se moviera
dinero por la oscuridad.
— Con esto, le debo a Kobe 2 de oro, 12 de plata y 5 de cobre. — Pensando que la deuda puede
crecer más, solo pudo suspirar para su consuelo.
El sistema de este reino se divide de la siguiente manera, 1 moneda de oro equivale a 100 de plata
y 1 de plata equivale a 100 de bronce.
—Debo de apresurarme antes de que anochezca— Pensando rápidamente y acelerando su paso.
—Hey pueblerino. —
Cuando voltea mira a un soldado con barba mirándolo con una sonrisa agradable, portando una
armadura completa, solo que su casco no estaba ahí, su armadura estaba un poco desgastada y su
espada no era de la mejor calidad.
—Lo que faltaba un soldado que me quiere poner las cosas difíciles, no pareciera que fuera mi día
el día de hoy, supongo que la costumbre de poner las monedas en mi cabecera, siempre me
salvara de estos apuros. —
Fanton sin demorarse más, se dirigió con el soldado.
— ¿Que pasa señor necesita algo? — A pesar de llevar la capucha, Fanton intento que se
escuchara lo más amable posible para el soldado.
El soldado, mirando al encapuchado pensó que podría tratarse de alguien que estaba ocultando
algo, pero después de escucharlo, no pareciera que fuera así.
—Para nada, para nada, no puedes hacer nada que llame mi atención, necesito verificar que no
llevas algún producto robado, ya sabes, gente como tú, siempre ando robando. —
—Si viene encapuchado significa que debe de tener algo que esconder, espero llevarme algo que
sea de mi agrado. —
Con una mirada tan tranquila el guardia comienza a verificar sus bolsillos y bolsa para saber lo que
trae y para su sorpresa, llevaba pura basura sin utilidad, pero tomando algunas monedas de cobre
que Fanton puso ahí apropósito.
—¡VETE DE AQUÍ YA ME ENFERMA VERTE! —
Soltándole una patada al abdomen hacia Fanton.
Sus ojos se miraban exactamente a donde se estaba dirigiendo la patada, pero solo aporto una
pose defensiva, sabiendo que no podía defenderse.
Recibiendo el impacto y cayendo hacia al suelo, se levanto un poco de polvo por el impacto.
— ¡QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ, QUE HACES PERDER EL TIEMPO A UN SOLDADO! — Gritando para
que las personas alrededor supieran que la culpa, es de aquel encapuchado tirado en el suelo.
Pero la gente no podría ser más indiferente con algo como esto.
Alejándose de Fanton, el guardia aparentemente molesto, pero en realidad estaba contento de
sacar algunas monedas de bronce, Fanton solo lo miraba desde lejos, recordando perfectamente
la cara.
—Dejar siempre monedas en mi bolsa, para que piensen que es lo único que tengo, ha sido la
mejor estrategia que he tenido para que piensen que no tengo nada más, si no encontraron nada
me buscarían por todo el cuerpo y pueden encontrar las demás monedas. — Olvidándose de ello
comenzó a salir de la ciudad.
Comenzó a caminar sobre un sendero hecho, pero cuando iba a mitad de camino, el camino se
encontraba destrozado o mejor dicho había desaparecido, teniendo que ir por el bosque, ya que
aquel camino que pareciera que existía hace mucho tiempo, es cosa del pasado, pero algo
bastante raro, era que siguió dirigiéndose al Norte donde se encontraba las Montañas Infinitas.
Se podía ver su destreza en el ámbito, a pesar de que no pareciera que estuviera dándolo todo, se
podía ver cómo podía escalar y moverse sobre los árboles sin ningún problema, algo muy raro para
los de sus clases.
Se podían ver como los árboles cambiaban, así como su entorno, logrando a conseguir muchos
pies de altos a comparación de los árboles normales, creando que apenas se podía ver el sol, pero
antes de seguir adentrándose a las cercanías de la Montaña Infinita, doblo un poco hacia la
derecha, donde se podía percatar un peldaño, pero al acercarse se podía ver poco a poco la
grandiosa vista, que originaba aquel peldaño y llegando al final, se podía ver un acantilado y un
llano plano, donde se podía observar su pueblo, que a pesar de no ser algo grandioso, se miraba
decente y prosperando.
Los grandes árboles que cubrían miles de pies con su forma de hongo y la cercanía de la Montaña
Infinita, hacia que la neblina se pronunciara por la falta de sol, pero no evitaba que se mirara
majestuoso aquella vista.
—Por fin llegue, espero que estén bien los chicos. —
Con un tremendo viento que corrió en aquellas alturas, la capucha que cubría la cara de aquel niño
se voló para atrás, haciendo que se mostrara la cara de Fanton, con unos ojos azul claro, cabello
ovalado y con su piel café.
Con una sonrisa demostrando sus grandes dientes.
—Bueno que esperamos vamos hacia casa. —
Con un salto para abajo desapareció de aquel acantilado
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