Quedan exactamente tres días para el sábado y en vez de estar prestando atención a la clase de lengua y literatura, que de echo es súper aburrida, estoy pensando que voy a decir cuando vaya a casa de Luz. No eh visitado la casa de una chica nunca, claro si no cuentan las amigas de mi madre, así que no se exactamente que hacer, que decir ni mucho menos que decir cuando llegue. “¿Qué tal?” “Hola ¿que haces?” “Hola, baby” “que preciosa casa al igual que su dueña” claro no me refiero a su mamá, si no a ella, cabe aclarar. ¿Debo reducirme a un simple “Hola”‘? No quiero sonar básico, y no quiero dar la impresión de hoy esta mañana, me moría de vergüenza. Según Álan estuvo investigando y cuando digo “investigando” me refiero a ver las historias de Támara en instagram durante horas, o hasta que la historia desaparezca por completo. En resumen en casa de Luz vive su mejor amiga que es mayor que ella, por dos o tres años aproximadamente, bueno no se si es bueno referirme a ella como “mejor amiga” ya que según fuentes confiables es genero fluido, ya sabes esos que fluyen con el agua, el viento, las palabras ok no, pero se entiende, los que son hombre y mujer dependiendo del día, pero a la vez no son ninguno, ¿así era? Bueno no se, no estoy informado del tema, solo se que yo soy heterosexual, respiro heterosexualidad, como heterosexualidad, cago heterosexualidad, okey se entiende mi punto. ¿cuál es el problema de esto? Pues de seguro estará allí cuando llegue, como la debo de saludar “Hola, ¿que eres hoy hombre o mujer, gato o perro?” no de seguro me patea el culo y me echa de la casa, aunque de seguro me echa de la casa al saber que soy simplemente heterosexual, y no hay nada de colores que me identifique, o me llene el ano JAJAJAJA, me la paso a todas madre yo solo. Volviendo al tema principal, la saludo con un “hola”, entro a su casa, alago su decoración, y luego, y luego, no se.

– Izan, izan, izan – Álan pasa su mano delante de mis ojos sacándome de mis pensamientos

– ¿Eh? – Respondo un poco desorientado, ¿y quien no? después de estar pensando 100 pensamientos en un minuto.

– La profesora quiere tu trabajo –

– Pero si yo no trabajo – respondo acomodandome en mi silla, y cuando miro al frente la profesora me esta mirando seriamente a lo lejos. Caracoles, rayos y centenos, estoy en problemas.

– No pendejo, el trabajo de la clase pasada, dijiste que lo habías terminado – me golpeo internamente es obvio que no termine el trabajo, solo lo dije para que Álan se quedara tranquilo y dejará de molestarme un rato con ello .

– No me digas que ya va a terminar su hora, ¡apenas si puse la fecha! – exclamo en susurros, la profesora sigue esperando en su escritorio, con la mirada pegada en mi, como si fuera un metal y sus ojos el imán. Diablos estoy jodido. Bueno me voy despidiendo de este mundo, fue un gusto a ver vivido, ojala y no se repita nunca mas, la experiencia -7, lo único bueno son los gatos (y con gatos me refiero al señor ronroneo) y Luz.

– Izan Jones, el trabajo por favor – La profesora me observa atravez de los cristales que forman sus anteojos.

– N-no le eh terminado aun – la profesora se para y comienza con su monologo que me se de memoria.

– Les di dos semanas enteras para terminar el trabajo, este era el ultimo día para entregarlo ¿cómo es posible que mas de la mitad del salón no lo tenga echa? ¿acaso soy un chiste…– bla bla bla, puras palabras vacías, no hice el trabajo por tres razones muy razonables.

1: Por bañar al señor ronroneo, 2: me olvide y 3: me olvide. Así es, no hice nada interesante en estas dos semanas que bañar a mi gato el amargado. Si, así de interesante es mi vida.

Cuando la profesora termina de recitar la biblia toca el ultimo timbre que indica el ultimo receso antes de ir a casa, la ultima hora la tenemos libre así que tomo a Álan del brazo y nos dirigimos a buscar a Oliver, nuestro amigo de otra clase, que este en un año superior a nosotros, ya que lo adelantaron por su talento natural en matemáticas avanzada y su gran manejo en idiomas extranjeras en fin un cerebrito, que comparado mio soy un pendejo que apenas sabe caminar y hablar correctamente, y eso que ambos lo hago mal.

Cuando llegamos con Oliver vemos que sigue en su aula resolviendo el ultimo ejercicio de matemáticas. – Ya terminas, quiero hablar contigo de algo muy importante – – Déjame termino esto y en un rato estoy con ustedes – el rubio corre un mechón de su rostro y comienza a escribir rápidamente en la calculadora números, tantos que me pierdo. Al final el resultado da 12 y termina su ejercicio mas importante que sus amigos.

– Listo – dice parándose y agarrando sus cosas para llevarlas al casillero.

–Genial, hay algo importante que debo de decirte –

– Te escucho – dice interesado. Y proceso a contarle todo con lujos a detalle lo que paso a la mañana temprano mientras recorremos todo el pasillo y Álan colabora con datos vergonzosos que prefiero olvidar y el éxito que tuvo con Támara.

– Entonces dices que tienes una cita el sábado, en donde van tres personas mas y quieres crear dos planes por si uno sale mal – asiento efusivamente mientras Oliver solo guarda sus cosas en el casillero. – Genial, yo ayudo. – celebro internamente esta victoria, Oliver es difícil de convencer además que sus planes nunca fallan, después de todo es el inteligente y el mas guapo de los tres. – pero a cambio quiero que me compres la merienda – sabia que algo me iba a pedir a cambio de su generosidad.

– ¿No puedes hacerlo solo porque eres mi amigo? –

– Ser tú amigo no me dará de comer, acostumbrarte – suspiro rendido, pero acepto , es un pequeño sacrificio por un bien mayor.

– Yo tambien quiero que me compres la merienda. –

–Bien, digan que quieren yo lo compro

– Luego de guardar las cosas de Oliver nos vamos a la cafetería en donde compro, dos leches cchocolatada en cajita para ambos y un café para Álan que esta muy cansado. Tambien termino comprando una galletas de chispas de chocolate para acompañar.

– Hable dios del amor, el único que tiene novia entre nosotros, diga ¿cual es el plan? – tomo asiento a su lado, mientras le entrego a cada uno lo antes mencionado. No dicen ni gracias cuando comienzan a explicarme a lo que llamaron “plan A y B por si el primero sale mal”.

– Escúchame pedazo de plomo, no es tan difícil hablar con una chica, solo tienes que ser tu mismo… – Cuando estoy por responder agrega – Eso le diría a alguien que no fueras tu, que tú espantas hasta los fantasmas. – Ambos se ríen a carcajadas y yo solo quiero golpearlo.

– ¿Me vas a decir tu plan o me voy? – pregunto con poca paciencia, la verdad es que me tiene irritado Diego, hoy no estuvo presente en las dos clases que compartimos, la verdad no se porque no asistió, pero me duele la cabeza de solo pensar que podría salir con Luz solo si se lo pide.

– Bueno vamos por pasos.

Pasos del plan A:

1: practica tu confianza y conversaciones, y posibles respuesta.

2: Al llegar a casa la saludas alegremente y alagas su ropa, si trae un accesorio como un collar de una piedra le preguntas que significa y para que sirve. Así demostrarás tú interés en ella.

3: preguntar que perfume usa, porque huele muy bien.

– Espera un momento, ¿y si no se puso perfume? – inquiero un poco nervioso

– Pues sabrá que huele bien todo el tiempo. ¿Es obvio no?

4: demuestra interés pero no demasiado.

– ¿Cómo sería eso? –

– Fácil, no preguntes todo el tiempo, solo cuando es necesario – responde tranquilo.

5: investiga del tema.

6: habla del tema que investigaste.

7: no la contradigas

8: tambien presta atención a los demás.

9: no pelees con ese tal Diego.

10: escucha atentamente lo que dice, y si hace una pregunta respondes sabiamente.

11: se servicial. Ayúdala a hacer todo lo que le complica

12: hazla reír.

– Eso es fácil, ya eres pendejo con tu mera existencia es un chiste – comenta riendo. Rió junto a el porque después de todo tiene razón.

Así seguimos toda la hora planeando el plan A y B, el B no es tan estructurado como el A pues es solo de emergencia. Pero me sirve de todos modos.

Agradezco la ayuda de Oliver, a pesar de que ya le pague con la merienda creo que este favor es mas grande que mis poderosos 1.62 M. Crear dos planes no fue nada fácil, suponer lo que va a pasar tampoco, al menos puedo pegarme al plan y hacer todo lo que dice el papel con lápicera negra. Total ¿qué podría salir mal?, ¿que se me queme el culo?, ¿que prenda fuego la casa sin querer? ¿Que con mi gran idiotez arruine todo con alguna mala frase? Todo esta resguardo en el plan B, Oliver es un genio.

– ¿Crees que esto va a funcionar? – pregunto al señor ronroneo ya estando acostado en casa, se que aun faltan dos días pero los nervios no me dejan estar tranquilo. Se que no vamos a hacer los únicos en esa casa pero de todas maneras esa situación me tiene mordiendo las uñas. Solo espero que Diego no se entrometa mas de lo que hizo a la mañana, solo sabe hacer chistes contra mi, o bueno no quiero aceptar que le doy razones para hacerlo. En el señor ronroneo solo se la pasa así-calando su pelo a mi lado ignorando mi presencia.

– Ay mi hermoso gato – lo agarro y lo lleno de besos, el solo se queja pero sin escapar de mis brazos, no le gusta pero no puede salir de ellos. Hasta que termina mordiendo mi mano – ¡La fruta en trozos! – grito soltándolo – Eso si dolió – limpio la herida ahora sangrante con mi otra mano y salgo de mi habitación mal diciendo a todos el cosmos y por confiar en un gato de mal humor, esto debe de ser una mala señal del universo adivirtiendome sobre las consecuencias de crear muy buenos planes.

Voy al primer piso donde se encuentra el boletín de primero auxilios.

– ¡Dios mio hijo que ocurrió! – exclama mi madre observando mi herida y las cuatro gotas de sangre que cayeron al piso sin querer.

– Señor ronroneo me mordió – explico entrecerrando los ojos, y sacando las cosas necesarias del boletín.

– Ay hijo mio, déjame ayudarte – sostiene mi mano y procede a desinfectarla. Es el momento perfecto para hablar de Luz y anticipar mi permiso para el sábado. – ¿cómo te fue en el colegio? – y ahí encuentro la pregunta que estaba esperando.

– Bien mamá, no tuvimos educación física, pero no volví a casa porque encontramos a Támara y a Luz – le cuento mirando como tira el algodón al basurero con una puntería increíble, con razón nunca le erro a sus chanclazos de madre cariñosa.

– ¿Luz? Una amiga de Támara supongo – llega a la conclusión rápidamente.

– Si, desayunamos con ellas, la pase bien, aunque… hay un chico.

– ¿Te gusta?

– Espera que? ¡NO! Como llegaste a esa conclusión – saco mi mano a la defensiva, ¡como rayos llego a esa conclusión! 

– Es que Izan, nunca me hablaste de una chica… y bueno soy de mente abierta, sabes que te apoyaré en todo, eres mi hijo después de todo –

– ¡No por favor! Soy heterosexual mamá, respiro heterosexualidad, soy 100% heterosexual mamá, que nunca hable de una chica no significa que no me gusten – lloro internamente, por culpa de que no conozco a ninguna chica mi mamá piensa que soy gay, no puede ser.

– Bueno, cariño entiendo, perdón… – hace una pausa y luego prosigue – es que tu ropa no ayuda tampoco –

– ¡Mamá! – me quejo – ¿Eres mi madre o mi hater? –

– Ambos. – Cómo odio a veces que seas tan actualizada en esto del internet, ¿por qué no puedes ser como otras mamás? Que no saben que es el internet. – devuelvo mi mano y ella me coloca una venda.

– Porque no tengo 50 años Izan, y si los tuviera seguiría siendo igual de pesada – ambos reímos y siento como amo a mi madre a pesar de todo.

– No, te tendría que soportar con menopausia es mejor así – recibo un pequeño golpe en la cabeza, pero las risas inundan la casa.

– ¿qué están haciendo? – pregunta mi hermanita Alelí – ¡Oh no! Izan ¿que te ocurrió? –

– Nada pequeña, solo el señor ronroneo me mordió – le explico acariciando su pequeña cabeza.

– ¡Pero si el señor ronroneo es bueno, no te creo nada! – Mamá termina de vendarme y al fin puedo moverme libremente.

– Pues no es malo, solo lo moleste un poco y no soporto. –

– A ti nadie te soporta – Agrega Índigo entrando a la cocina a buscar un vaso con agua.

– ¿Y tú qué te metes? – Estoy dispuesto a pelear con mi hermana después de todo para eso las tengo.

Tengo tres hermanas menores, todas comparten mismo padre excepto, Valentina y yo ¿donde esta Valentina? Pues… se fue a vivir a la casa de mi padre. Se encuentra en la edad de rebeldía, los poderosos 14 años. Y mi mamá la castigo por escaparse del colegio con sus amigas, y bueno termino yendo a la casa de nuestro padre. Algo que puso muy sensible a mi madre ya que se preguntaba que había echo mal, cuando no había echo nada malo. Yo estoy muy enojado con Valentina por sus actitudes, ya se asemeja demasiado a mi padre y lo odio, espero solo sea una etapa que luego termine.

La historia de mi familia va mas o menos así:

Mi madre y mi padre se conocieron cuando tenían 16 años, al poco tiempo se convirtieron en novios. Como prueba de un amor adolescente nací yo, cuando mi madre tenía solo 18 años. Tres años después nació Valentina. Que la hicieron con tanto amor que se les terminó el suyo. Mi madre encontró al amor de su vida Alex y se casó, con el teniendo a mis dos adorables hermanastras de 9 y 6 años Índigo y Alelí. Podría decir que todo es color de rosa, pero no lo es, no me gusta hablar del tema, la separación de mis padres aun me sigue afectando hasta el día de hoy, y algo que de seguro a mi hermana tambien, pero eso no justifica sus acciones.

Luego de la batalla épica entre Índigo y yo, cenamos en familia. Queriendo para mi un futuro algo así, Luz y yo y nuestras dos hijas, sin contarme a mi ¿quién quiere un hijo horrible que siempre saca 7 en todas las materias? Exacto, nadie.

Subo a mi cuarto con la panza llena y el corazón contento, mientras suena “Pure imagination” de Fiona Aple, repasando el plan de Oliver por mi mente una y otra vez hasta quedarme dormido.

(Jueves)

Hoy es el día en donde no debo de levantarme temprano para ir al colegio, pero ahí me ves despierto sin moverme de la cama porque no quiero pensar que me eh levantado temprano un jueves cuando no tengo clases a la mañana ni tampoco educación física. Joder.

Doy vueltas en la cama pero el sueño escapa por la ventana, asique no me queda de otra que comenzar el día con un buen café mañanero.

Me levanto de la cama -vaya dios a saber como – y me dirijo al baño a lavarme los dientes y bañarme con agua tibia.

Al salir de la ducha, me cambio con una remera de Naruto color negra y unos pantalones negros largos, mi vestimenta de casa algo que nadie sabe excepto Oliver y Álan. Al terminar de vestirme salgo de mi cuarto y bajo las escaleras en dirección a la cocina donde veo a mi padrastro Alex preparándose el desayuno. —Buenos días — Saludo bostezando en el proceso

— Buenos días, ¿que haces levantado tan temprano? — pregunta sorprendido estos días siempre duermo hasta las diez de la mañana, pues hoy cambiaron radicalmente los planes.

— No puedo seguir durmiendo — confieso, abro la alacena y saco la bolsa de pan y pongo a tostar dos rodajas.

— Ya veo, ¿Y eso tiene algún motivo? — Pregunta llevando su taza de té con pan y mermelada a la isla.

— No siempre debe de tener uno — respondo, no quiero volverme uno de sus pacientes que atiende los jueves.

— Todo siempre tiene una razón u un porque —

— Pero lo mio no lo tiene, solo tengo energía para comenzar el día, nada de otro mundo

— Miento, mientras preparo el café y a la vez pongo la mezcla de huevo en la sartén para preparar huevo revuelto. Aunque a pesar de todo no todo tiene que tener un porque, a veces las cosas solo pasan ¿no? Solo estoy nervioso y ya, no es nada de que preocuparse.

— Esta bien, si tú lo dices — se rinde para tomar su desayuno tranquilo.

— ¿Y mi mamá? — interrogó mientras coloco todo en un plato, siempre está para desayunar.

— Fue a la entrevista de trabajo —

— Oh, no me dijo nada — rasco mi nuca mientras viajo al pasado un segundo para ver si me lo dijo y termine olvidando. Pero como imaginaba no me había comentado nada.

— No es la primera y última vez que la rechazan en un trabajo, o que al final dicen que consiguieron alguien mejor, no te quería ilusionar — asiento entendiendo la situación.

Mamá a pasado las últimas semanas buscando trabajo y cuando encontraba algo que se asemejara a lo que ella hacía la rechazaban sin más. Lo cual la mantenía con un estrés descomunal. Desde que renuncio a su trabajo le a costado encontrar alguno que le convenga, la paga sea suficiente a sus servicios, o que sea buena en ello, asique la búsqueda no a sido nada fácil.

Termino de preparar mi café y me siento al frente de Alex a comer mi desayuno. Al revisar mi celular el reloj marca las 7:32 AM suspiro pesadamente, es como si el tiempo no pasará nunca.

Desayunamos en silencio mientras el tik tak del reloj de la cocina suena de fondo, junto a sonido del refrigerador, no se para Alex pero el sonido me relaja mis niveles casi extraordinarios de ansiedad.

Después de unos minutos veo como Alex retira su plato y busca las llaves de su coche para irse a su consultorio a trabajar. Lo miro mientras termino de tomar mi café, cada movimiento suyo lo hace todas las mañanas de lunes a viernes, una rutina suya establecida desde que se mudo a casa. Si no fuera por la sorpresa de la llegada de Índigo estoy seguro que mamá nunca hubiera dado el primer paso a que venga a vivir con nosotros. Pero me alegra saber que tengo un padrastro que es mucho mejor que mi papá y que es un buen padre para mis hermanas menores.

Luego de desayunar subo a mi habitación a dibujar un poco, las mañanas cálidas como hoy me inspiran a mis dibujos. Saco la punta a mi lápiz preferido y comienzo a dibujar. Mi plan principal es dibujar a mi y a Luz bajo un gran árbol, pero en cada trazo que doy y mi playlist de dibujar suena de fondo termino de dibujar a dos chicos bajo un gran árbol. Observo el dibujo con mas detenimiento y soy yo junto a ¿Diego?. No, no puede ser cierto, ¿acabo de dibujarme junto Diego? Pero es un diego con cabello un poco mas largo de lo que lo tiene, pero sigue siendo el, es increíble, no solo se metió en mis pensamientos si no que ahora tambien en mis dibujos, eso ya es otro nivel.